Uno de los grandes atractivos de la saga de The Witcher, es su sexualidad. Tanto la saga de libros de Andrzej Sapkowski, como en los videojuegos, de Red Projek Red, el sexo es parte fundamental de la trama.
El hecho no se va a dejar de lado en la serie de Netflix, tanto la elección de su elenco, encabezado por Geralt, Henry Cavill, como las historias de la saga, se apunta, a la atendencia actual, iniciada por Juego de Tronos.
La célebre escena de la bañera de nuestro brujo, junto a su tormentosa relación con Yennefer, hará las delicias de todos y todas.
Habrá que ver como se afrontan cierta relaciones en la saga, que podrían subir la temperatura de la serie, siendo políticamente incorrectas o si se queda suaviza el contenido.
Yen y su filia con los inicornios es un ejemplo de The Witcher y su sexualidad.
Tanto en los libros, pero sobretodo en los videojuegos, las visitas de nuestro Lobo Blanco a lupanales, así como rituales como la festividad de Peletein son parte fundamental de la trama.
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No seremos nosotros los que nos quejemos de que las tramas sexuales, formen parte de la serie, que de otra forma perdería parte de su encanto. El éxito de The Witcher y la sexualidad, van de la mano.
La cercanía y vulnerabilidad del Carnicero de Blaviken, el contraste de la fuerza de un personaje, por un lado implacable y por otro lado tan humano como Geralt, con todas sus debilidades y fortalezas, hacen de la saga lo que es.
